NO PODEMOS RENUNCIAR A NUESTRO BARRIO
No podemos renunciar a nuestro barrio* Hay ideas que no requieren apellido para sentirse verdaderas. Cuando pensamos en Vivaceta Norte–Sur, surge una certeza que no necesita autor: ¿cómo podría alguien desprenderse de un lugar que ha moldeado su vida, su memoria y su manera de estar en el mundo? Nuestro barrio no se explica solo por sus casas antiguas o sus calles familiares, sino por la fuerza emocional y comunitaria que lo sostiene desde hace casi un siglo. Este viernes vivimos un hecho sin precedentes: la primera consulta ciudadana del proceso de declaratoria de Zona Típica. No es solo un paso administrativo; es la confirmación de que las Poblaciones Vivaceta Norte y Sur forman un territorio con identidad propia, tejido por generaciones que han resistido crisis, cambios urbanos y presiones externas sin perder su sentido de comunidad. Vivaceta es un lugar en movimiento. No permanece quieto: se transforma, resiste y vuelve a empezar . Sus pasajes, escuelas, almacenes y sede...