EL CUMPLEAÑOS DE JEANNETTE. UN RELATO CON SABOR A 18 EN EL BARRIO

 

UNA VIEJA AMIGA DE LA CALLE DIANA RESIDENTE HACE MUCHOS AÑOS EN ESTADOS UNIDOS, PERO CON SU MENTE SIEMPRE EN SU VIEJO BARRIO Y SUS AMIGOS

JEANNETTE EN LA ACTUALIDAD

RELATO: LOS CUMPLEAÑOS DE LA JEANNETTE DAVIS

17 de septiembre

(NANO)

Cuando llegué a frecuentar la calle Diana, llegué a compartir muchas de las cosas que hacía mi polola, con sus amigas. Eran varias y todas tincudas, como diría un español. Uno de los eventos del lote, era el cumpleaños de la Jeannette Davis, hija del Vicente Pocho Davis, que siempre la ha querido sobremanera y la regaloneado, con especial esmero. En consecuencia, la celebración de sus cumpleaños era apoteósico, mucho picadillo, por lo tanto, de comer, mucho bebestible de entre lo que resaltaba el famoso ponche a la romana, hecho por el propio dueño de casa y mucha y variada música para agasajar a los amigos y parientes. 

De entre los invitados estaban las hermanas de don Pocho, Tías de la cumpleañera, amigos del sector Patronato y la Academia de Humanidades, pero especialmente del barrio y de la cuadra. Yoyo Sánchez, Lucho Bunster, Rubén Hormazábal, la Vero, la Mary, la Paty y Ana López, la Queña, la Marisa, entre muchos otros.  No recuerdo si también Pancho Quiroga, de Boccardo con Quezada Acharán.  

Comíamos, bebíamos y bailábamos al son del Ula, ula ……..y otros muchos temas. Se conversaba, se reía, se disfrutaba. ¡¡Cuando ya habían pasados las cumbias y otros sones que nos hacían bailar a todos, venía la sesión más esperada por las féminas del sector, el famoso Rock and roll, cuyo único espécimen de la generación que lo bailaba con bastante dignidad era yo!!

Guau, ¿Recuerdan la canción de Adamo?... Bueno, bailar Rock and roll, significaba bailar con las seis o siete amigas de mi polola, además de con ella..., más que un trompo bailé y perdí casi un kilo. Ahí recordaba a mi primo Jovino, y le agradecía, por haberme enseñado a bailarlo desde muy chico, pues como baile es de una generación anterior a la mía. 

Todo lo perdido en el baile lo recuperaba con las atenciones y cariño de don Pocho, que volvía a ofrecer ponche a la romana, a un bailarín extenuado pero feliz de disfrutar esos sones, atenciones y cariño expresado durante los cumpleaños inolvidables de su hija Jeannette.  ¡¡Que tiempos aquellos!!

LAS CHICAS DE AYER, AÚN SON AMIGAS