NUEVA DE MATTE LA CALLE DE MI VIDA

 

LA HISTORIA DE MI VIDA EN MI CALLE

Autora: Daniela Arias, vecina de Nueva de Matte

Si! La calle de mi vida. Nacida, criada y criando a una nueva generación. Sí, siempre en la misma casa y siempre en mi calle amada, Nueva de Matte.

 La casa que mis abuelos que adquirieron hace más de cien años y con mucho esfuerzo, donde criaron a sus 4 hijos. Una casa grande, imponente, de 2 pisos y pareada a una igual, donde tuve y escuche siempre a mis vecinos que, para mí, eran mis tíos de al lado. Sí, porque en mi infancia los vecinos eran los tíos y tías. La tía Nenita de la casa de piedra del 1245, que me ponía las inyecciones cuando me resfriaba; la tía Aída de la casa de la esquina, al lado de la distribuidora de diarios; la tía Lila, la vecina que tenía grúas; la tía Helena del 1221, que si pasabas por su lado y no lo decías buenos días o buenas tardes uf... jejeje; el tío Mario del 1225, donde íbamos desde el 8 de nov al 8 de diciembre, todas las tardes, a rezar el mes de maría en su patio; la tía Társis y don Oscar Andrades y sus tangos matutinos y sus fiestas de año nuevo; la tía Pina y sus mermeladas caceras; la tía Carmen y la tía Mercedes, profesoras y dueñas del  colegio Juan Pablo I; la tía Silvia, su hermana y su hija la tía Ana estrella; el tío Pepe y su amasandería frente a la calle Maruri; el tío Tito y el almacén topísimo de la esquina de Nueva de Matte con Huasco (hoy una botillería); la tía Gaby y el bazar… Si siguiera nombrando ufff, más de alguno se quedó abajo.

 Volvería atrás mil veces a grabar en video de la historia de las personas en esta calle y de todos los recuerdos que tiene, la que empieza en Independencia y termina en Nueva Uno, pasando por Vivaceta y donde hay una infinidad de modelos de casa de 2 pisos muy altas, de un piso angostas, unas modernizadas pero con una cantidad de historia y con una numeración que vuelve loco a cualquier cartero, pero no al “hijo”, como le dicen mis padres al cartero de décadas del sector. Hay tanto por contar en esta cuadra, que sería para un libro, pero así se construye el patrimonio, la historia, el legado que nos deja el convivir y tratar de perpetuar lo que se construyó con amor.

 Si! Muchos ya no están, ya apagaron su velita y hoy vemos cómo se van apagando las ultimas velitas de las generaciones mayores. Está en nuestras manos, las de los adultos jóvenes que nacimos aquí y los que llegaron pequeños junto a nuestros padres, los que estamos todavía, seguir manteniendo viva la historia familiar y unida, de nuestra bella y amada Nueva de Matte.

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