VIVIERON EN NUESTRO BARRIO: JULIO CASTRO RUIZ, PREPARADOR
Vecino que vivió en la
calle Hipódromo Chile 1787, donde tenía dos corrales y hoy se levantó un
edificio.
RESEÑA BIOGRÁFICA: Fuente, Investigación y desarrollo
de la nota de: Laura Castro Sapiains y su primo César Castro Espinoza. Ambos, parte
de esta importante familia de la Hípica Nacional e internacional.
Julio Castro Ruiz, Uno de
los preparadores más destacados de la hípica Nacional, nació el 17 de Mayo 1913
y falleció el 18 de Febrero de 1985, víctima de un cáncer estomacal.
A comienzos del siglo XX y
coincidiendo con la fundación del Hipódromo Chile en 1904, ejerció un
profesional llamado Juan Bautista Castro, sus hijos Alamiro, Juan Bautista
Julio Cesar Castro Diaz con quienes comenzó la dinastía de la familia hípica, le
siguieron los Nietos: Carlos Castro, Juan Bautista Castro (el puche) Fernando
Castro, Francisco Castro, y sus Bisnietos Fernando Olave Castro, Juan Arturo
Castro López, Francisco Castro López, aún presente en la Hípica chilena, triunfador
en Escandinavia.
De estos, el Hipódromo
Chile siempre recuerda a quien fue uno de los más grandes preparadores, Julio
Castro Ruiz, con un Clásico que lleva su nombre, quien fuera conocido como “El
Mariscal Castro”. Este Comenzó su actividad hípica como entrenador y en sus
comienzos se desarrollaron en los pastos de Valparaíso Sporting Club, donde
hizo sus primeras demostraciones, con extraordinarios triunfos, en los
comienzos de su actuación en Chile. Fue en el año 1949, cuando partió rumbo a
Venezuela contratado por el Sr. Henrique Otero Vizcarrondo, propietario del
famoso Stud Sud Oscuro. Junto a Raúl Bustamante quien era el jinete oficial de
la caballeriza con quien no tardó en formar un binomio imparable, Don Julio se
apoderó de las Estadísticas de Entrenadores por carreras ganadas de ese año
1949 con 57 triunfos y la de 1950 con 82 victorias. Preparó también los del Stud
de la Sra. Carlota de Azpúrua y el Sindicato del Vidrio de los hermanos Scannone.
Al cuidado de los efectivos de esa cuadra, el Mariscal ganó numerosas carreras,
incluyendo importantes clásicos del calendario hípico venezolano con el chileno
Sud Oscuro y el uruguayo Callejas, así logró una fructífera campaña. Por ello
se le llegó a llamar con cariño “El Mariscal”.
De regreso a su tierra
natal, Chile, donde ya era famoso como ganador de estadísticas, Castro Ruiz mantuvo
su rendimiento. Para resumir la trascendencia que tuvo en la preparación, basta
con decir que se dio el lujo de ganar El Ensayo (la prueba más
importante del Pacifico Sur), desafiando a lo que dictamina la historia.
Aquello fue en 1953, con el caballo Saint Oregón conducido por el jinete Guillermo
Silva le ganó a Viducana.
Volvió a Venezuela en el
segundo semestre de 1954, luego de revalidar su licencia, para una segunda
jornada de éxitos, a cargo del Stud Cañaveral, en ese año 54 logró 25 victorias
con 90 inscritos, figurando entre los 10 mejores y se dio el lujo de ganar el Clásico
Simón Bolívar con Carril. En 1956 ganó el Clásico José Antonio Páez con Berenjena
(hija de Callejas, que también entrenó). Debe volver a chile y pronto regresa
nuevamente a Venezuela invitado por el Coronel José Murillo que le cedió el
placer de entrenar a Lanzarina. Tras la muerte del Coronel, Don Julio
definitivamente regresó a Chile continuó como preparador logrando siempre gran
rendimiento.
Ganó las estadísticas de
1965 y 1966 y más de 350 clásicos en su rica trayectoria en Chile, entre los
que cuenta Fabbiani, Baby Jane, Joliment y El Gomero, justamente con este
último es con el que más se asocia, su obra maestra, puesto que en sus manos se
adueñó de 22 clásicos, incluyendo su doblete en el Gran Premio Hipódromo Chile
(1977 y 1978). Un caballo ídolo del Hipódromo Chile, su atropellada era
incontenible y para la anécdota quedó que su jockey en la curva le decía “vamos
viejo”, y el caballo los pasaba de largo.
Lamentablemente nunca pudo
ganar el Derby sin embargo cuando fallece toma el corral y sus pupilos su
hermano Francisco Castro, quien gana con Baalbeek el Derby del Año 1986, lo que
fue como un homenaje póstumo que su pupilo ganara a 1 año de su muerte la
carrera del Derby que siempre añoró.
Investigación y desarrollo de
la nota de: Laura Castro Sapiains y su primo César Castro Espinoza, ambos, parte
de esta importante familia de la Hípica Nacional e internacional.
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