TESTIMONIOS: LORENA GALLARDO Y SU RELACIÓN CON EL REAR, EX ESCUELA 20.
TESTIMONIOS DE LORENA
GALLARDO, VECINA DE LA CALLES DIANA.
Jóven y Prestigiosa Periodista de la USACH, que trabaja en la Tercera, sección Motores.
"Tal como saludar,
la presentación
es un acto social bastante habitual. En ese sentido, mi nombre es Lorena
Gallardo Gil, tengo 34 años,
soy periodista de la Universidad de Santiago y trabajo hace 13 años
en el diario La Tercera, específicamente,
en la sección Motores. Más allá
de los formalismos, eso sí,
me gusta decir que soy nacida y criada en Independencia. Expresión
a la que hoy agregaría arraigada.
Soy hija de este
barrio, de la otrora y añorada
Plaza Chacabuco, del querido Estadio Santa Laura y, por supuesto, de nuestro
Hipódromo Chile. En
este último, incluso, me
inicié en el mundo
laboral, trabajando de cajera en mis días
de universitaria. Una buena oportunidad de pega para quienes están
en la educación superior.
La básica
y la media, la hice en el Liceo Rosa
Ester Alessandri Rodríguez,
también
conocido por sus siglas REAR. No era la primera opción
de mis padres, pues ellos querían
el Santa Luisa de Marillac, otro de los grandes colegios del barrio y donde había
estudiado mi madre; pero éste
cerró sus
puertas como tal justo el año
que entraba a primero básico,
para dedicarse 100% a la vida de claustro.
Así,
y tras cursar kínder
en el liceo del lado, el San Francisco de Quito (desde 1• en adelante
exclusivo para hombres), llegué al REAR, que al
contrario de su vecino era solo para mujeres. Fueron 12 años
de total crecimiento. Recuerdo con mucho cariño
a mi profesora jefe de primero a cuarto básico, María
Eugenia Del Valle. Creo que la veía
como una especie de maestra Jimena de la exitosa y noventera teleserie mexicana
Carrusel.
Por aquel entonces,
recuerdo que el María de Cervellón
era el colegio mejor visto para niñas
a nivel barrial. Probablemente, por su perfil privado, religioso y
aspiracional. Sin embargo, entre los municipales y laicos, el REAR era el
mejor, sin duda. Más allá
de las limitaciones de infraestructura y de equipamiento,
la educación que recibí allí fue de calidad, impartida
por profesores bien capacitados y motivados por sus distintas asignaturas.
Recuerdo, en particular, a los de la media, la mayoría
de ellos hacían bastante
entretenidas sus horas pedagógicas.
Si bien mi preferida era la profe Katy de Historia -era bien chora para enseñar
el que es mi ramo favorito-; también
estaba la mami de Física,
el profe Pancho de Biología
y el Aldo de Filosofía...
todos con su propia “onda”.
Ni hablar de mis
compañeras, la mayoría
de casi toda la vida, con algunas incluso nos conocimos en kínder
en el San Francisco. En el REAR conocí a mi mejor amiga de
la vida, con la que fuimos compañeras
solo hasta cuarto básico,
porque se fue a vivir lejos. Eso sí,
varias de mis compañeras
se cambiaron de comuna con el pasar de los años
y siguieron siendo alumnas del REAR, lo que habla muy bien de él.
Me gradué de 4to medio en el
2002. Fui la mejor de mi generación,
con un promedio 6.4, lo que me ayudó
bastante después
en el NEM, al igual que los contenidos impartidos lo hicieron cuando rendí la PAA.
Hoy vivo a solo un
par de cuadras del REAR, al lado de la Fidel, a la plaza a la que iba a la
salida del colegio…
y de tanto en tanto, cuando hago ese camino, no puedo
evitar recordar aquellos años,
si bien cada vez más
lejanos y difusos, ciertamente, entrañables."
Lorena Gallardo, vecina de la calle Diana, ex alumna del REAR
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