SENTIDO DE PERTENENCIA
“GLORIOSA COMUNA DE INDEPENDENCIA, TIERRA DE MUJERES Y HOMBRES LIBRES”
Pileta, Plaza Fidel Muñoz Rodríguez, entre Navarrete y López y Escanilla
Me han propuesto escribir acerca de un tema libre.
Es un desafío que acepto con mucha humildad y respeto por todos quienes hacen
de las letras su oficio. No soy escritor y mucho menos literato, pero confío en
que puedo plasmar por escrito un tema que no ambiciona entusiasmar a mis vecinos,
más solo, con que se me invite a hacerlo ya es un gran acto de confianza.
Para comenzar esta aventura literaria se me ocurre
escribir sobre el sentido de pertenencia, mas no cualquiera, sino la
pertenencia a un barrio en particular y específicamente al glorioso barrio de
Independencia.
La avenida Independencia comienza después del río
Mapocho viniendo hacia el Norte, recorre grandes hitos arquitectónicos de los
cuales prescindiré de comentar con el objeto de no aburrir al lector, además me
expondría gratuitamente a la crítica de los grandes historiadores y
recopiladores de nuestra vecindad.
Esta es una arteria de 8,2 kilómetros cuyo flujo
de vida atraviesa dos comunas de la zona Norte (Conchalí e Independencia).
Siendo la segunda comuna caracterizada mayormente por ser una comuna dormitorio
en donde sus vecinos deben recorrer largas e intrincadas distancias para llegar
a sus fuentes de trabajo. No obstante, son personas simples, amantes de su
entorno y defensores de la vida barrial. Nuestra comuna nos invita a
reflexionar y a pensar que existen barrios en donde se puede proyectar una vida
tranquila, comunitaria, solidaria, republicana y por sobre todas las cosas,
igualitaria y respetuosa de las diferencias y de la diversidad de sus vecinos.
Independencia es un barrio donde podemos tener
certeza de que nuestros hijos vivirán tranquilos disfrutando de sus múltiples
áreas verdes y de no pocas oportunidades de realizar actividad física, pues
nuestra comuna incentiva el deporte, las artes
la cultura y el libre pensar de sus habitantes.
Los seres humanos somos gregarios y necesitamos
compartir con los otros, necesitamos saber que no estamos solos en este periplo
y que podemos confiar en el vecino. Confiarle nuestro hogar y confiarle el bien
más preciado que tenemos: nuestra familia.
La vida barrial es más que transitar por un
espacio comunitario, es más que despertar y dormir en un mismo barrio. Es
pertenecer a una comunidad, cuyos intereses son compartidos, es cruzar miradas
y ver sonrisas en el otro que curiosamente se te hace conocido. Es sentirte
seguro y acogido, es caminar por la calle con personas que forman parte de tu
vida. Es compartir y proyectar un sentido de pertenencia, lo que
indiscutiblemente nos lleva a valorar y amar sobremanera nuestro barrio, es el
sentido que nos mueve y nos hace luchar
contra los molinos de viento con el único fin de mantener, cuidar y restaurar nuestro
patrimonio material e inmaterial.
Estas son sólo letras que si se unen forman
palabras a las que si le agregamos el corazón mágicamente se transforman en
ideas. Ideas que se hacen necesarias para cambiar nuestro mundo.
Excelente y profunda reflexión; que nos permite identificar lo importante que es sentirse parte de algo, de un espacio, un grupo , o comunidad. La pertenencia nos instala como sujetos en un momento de historia y nos permite identificarnos en ella.
ResponderEliminarNuestra vecina Blanca, hace el siguiente comentario: "Hermoso tu relato Sergio. Que lindo cuando uno sabe que forma parte de algo, nuestro barrio que nos vio crecer, y ahora envejecer. Hemos visto partir a grandes vecinos y amigos, que nos llevan la delantera, pero este barrio para mucho es nuestra historia de vida .Tengo tantas amistades las cuales cuido como un tesoro, y todas de este barrio zona típica Independencia."
ResponderEliminarBonito relato, que bueno es saber que todavía hay vecinos que tienen una óptica positiva, ojalá más temprano que tarde más personas se sumen a esa mirada.
ResponderEliminarMuchas gracias y felicitaciones por tomar esta iniciativa de escribir
Que interesante este relato..Cargado de sentimientos cuando el que escribe y el que lee tienen historias comunes..Ahí està la magia del rescate de las vivencias ..Una verdadera comunidad barrial!!! Le felicito Sergio...
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