Madre hay una sola. Daniel Aravena Bolívar., vecino de Plaza Fidel Muñoz Rodríguez Daniel, su hermana Pamela y su Madre Convencido soy de que el ser más importante en nuestras vidas, es nuestra madre, la que nos dio la vida, la que traspasó en la gestación y al momento de nacer a través de su cordón umbilical todo su amor y cariño maternal, y convencido estoy de que su ausencia en cualquier momento de nuestras vidas puede generar heridas imborrables, en nuestro desarrollo como personas, tanto en nuestra forma de ser , nuestra personalidad y de cómo enfrentar el presente y futuro , todo sin ella. La partida de mi mamá El siguiente es un relato de lo vivido en mi infancia junto a mi hermana Pamela. Cerca de las siete de la tarde del 7 de octubre de 1973 mi hermana bajó al primer piso de nuestra casa de aquí en la Plaza Fidel Muñoz Rodríguez, y, como todos los días, ella le contaba una película a mi mamá, a quien meses antes mi papá le había armado un dormitorio ...
Creo que resulta una quimera pensar en tener casas sin rejas, nuestra realidad está lejos de eso, antes resultaría más pacificador para nosotros y nuestro entorno, si pudiéramos salir y recorrer nuestras calles sin miedo, pero aunque queramos, eso no es así, y ya ni siquiera es un asunto de barrios altos o bajos
ResponderEliminarPrimero debemos cambiar como sociedad y como individuos, si no somos capaces de ser limpios, respetuosos de los espacios y lo ajeno, (lo que incluye las diversas opiniones )difícilmente podremos salir de las rejas, porque vivimos demostrando ser más animales que seres humanos pensantes