RELATOS PARA LA VOTACIÓN DEL PÚBLICO (3 al 5)

 

EL JURADO DEL CONCURSO DE CUENTOS DE BARRIO 2022 PROPUSO PARA EL PREMIO DEL PÚBLICO LOS SIGUIENTES CUENTOS, RECONOCIDOS POR SU TÍTULO Y PSEUDÓNIMO DEL AUTOR.

ESTAS SE PUBLICARÁN ENTRE EL MIÉRCOLES 12 Y EL VIERNES 14 DE OCTUBRE.

TODOS AQUELLOS VECINOS Y VECINAS QUE QUIERAN PARTICIPAR EN LA ELECCIÓN Y ENVIEN SUS DATOS, NOMBRE, DIRECCIÓN Y CORREO ELECTRÓNICO A ZONATIPICAPV@GMAIL.COM, SEÑALANDO SU DESEO DE PARTICIPAR EN LA VOTACIÓN PÚBLICA, ENTRE EL 12 Y EL 16 DE OCTUBRE, RECIBIRÁN EL VOTO QUE SE LES HARÁ LLEGAR EL 18 DE OCTUBRE Y PODRÁN VOTAR HASTA EL MIÉRCOLES 19 DE OCTUBRE A LAS 23:59.

LOS RESULTADOS DE LA VOTACIÓN ESTARÁN ANTES DEL LUNES 22 Y SE HARÁN PUBLICO A TRAVÉS DE ESTE BLOG Y DE NUESTRAS RRSS. 

SE PREMIARÁ SOLO EL PRIMER LUGAR, LOS DEMÁS RELATOS TENDRÁN MENCIONES HONROSAS 

SIGUIENTES TRES RELATOS PARA LA CONSIDERACIÓN DEL PÚBLICO

ARBOLES

(Vincent O´Ryan)

Me gustaría en esta ocasión hacer un breve catastro de la botánica que impera en el barrio. Para partir no podría ignorar el naranjo de mi casa en Diana que es motivo de orgullo en la cuadra. Los vecinos siempre piden sus unidades para el consumo personal. 

Yo recuerdo fácilmente los ciruelos de Francia, Segunda plaza Fidel, piscina 'los patos' y de la calle Los Nidos que me gustaba subir, con una destreza felina, en los años de mi infancia. 

También, con mis amigos, nos atraían los nísperos de calles Diana, Boccardo y Freirina. Que, aunque eran difícil de consumir, dejaban un buen gusto en el paladar.

 Cuando niños nos fascinaba las guerras de porotos que realizábamos con la boca de una botella y un globo, de las municiones que sacábamos de la Palma de la primera plaza Fidel. 

También en mi juventud me pude aventurar a sacar rosas de los jardines de calle Rio Jachal y Jota Vial que fueron motivo de sonrisas entre mis guapas compañeras de universidad.

Viendo desde cierta distancia no puedo dejar de pensar los afortunados que somos con la variedad de flora propia del barrio porque he visto tabacos, rosales, aromos, césped, cactus, palmeras, frutales. Que dan color y sabor en nuestro tránsito por las callecitas de esta comuna. Y que si somos despiertos podríamos apreciar en su totalidad. Mis agradecimientos a aquellos modestos jardineros que hacen de su hogar una receta para sembrar un conjunto de colores y semillas que dan más vida a nuestro paseo por el barrio.


SUEÑOS

(COKE)

Al caer la tarde de algún sábado o domingo, partía como siempre junto a  mi guitarra a la Plaza Central para sentarme allí, buscando un momento de descanso. Solía pasar horas sentado en el pasto, cantando y compartiendo con amigos del barrio, pero esa tarde era diferente, algo extraña, no habían niños jugando la pichanga y nadie hacia ejercicio. De pronto, comencé  a sentir un sonido de la sirena de un barco que de inmediato reconocí, y que se acercaba  por Maruri. Era el señor que vendía maní tostado en la “Bati- Locomotora”, vestido con un delantal blanco y gritando “maní tostado y confitado calientito” .Le quedé mirando al pasar  frente a mí y seguí cantando. Imagino y puedo sentir el olor al maní recién tostado. Otro  sonido a lo lejos; el  de un silbato, que provenía de  un carrito de productos Soprole, un tipo delgado con delantal blanco lo tiraba escuchando música, era el lechero del sector, ¡cuántas historias se tejieron en torno a su persona!, si hasta una canción fue inspirada en él; como no recordarlo, ¡todo un personaje! Me saludó y siguió su camino no sin antes ofrecerme algún producto lácteo… o algo más (que dicen siempre llevaba), ¿mito o realidad?, no lo sé.

 Allí apareció también   un joven muy delgado, de baja estatura, al parecer sordo mudo,  tirando un carro de supermercado, al que le decíamos ¡ el Zanahoria!, también conocido como el Conejo, que recorría las calles desde Independencia hasta Hipódromo Chile, vendiendo zanahorias, algunas ensaladas -no siempre muy frescas- y cualquier otra cosa que pudiera conseguir, no hablaba, sólo sonidos y gestos con sus manos, siempre andaba con un tarrito por si alguien le daba comida, era tan conocido que hasta Zalo Reyes lo entrevistó para un programa de tv. -Se hizo más famoso-.

 Sin duda era una tarde que aún no terminaba, y me saludó otro gran amigo , se notaba con algunas copas de más, lo llamaban el Capachito, un hombre mayor muy divertido y caballero, siempre sonriendo y con su típica frase “Clarito que sí “.

Ya se me hizo tarde y caminé a comprar cigarros a la botillería “IL Rorro“, pasé a  los pooles y ahí estaba, impávido como siempre, con su terno azul y fumando,  el Flaco Gálvez, así le decían, otro gran personaje del barrio, muy serio y de pocas palabras, mirando fijo y concentrado a los que jugaban alguna mesa , algunos lo recordarán siempre citando a Watson, decían que había sido un tipo muy inteligente y que tanto estudio le pasó la cuenta, otros decían que era un matemático de excelencia y que muchas veces a más de alguno le ayudó con alguna tarea a cambio de un cigarro.

Una fuerte balacera me despertó, de esos ruidos que hoy son pan de cada noche y me di cuenta que todo había sido un sueño en donde vinieron de vuelta estos amigos y personajes de mi barrio, tan ilustres, tan cercanos. Hace mucho no se ven por nuestras calles, nunca más se supo de ellos, personajes típicos y muy conocidos, por seguro se me olvidan unos cuantos Fue un lindo sueño que me hizo recordar muchos momentos de niñez y juventud, acomodé la almohada y seguí durmiendo.

      Y antes de pegar pestañas, respiré profundo y agradecí.


Las Pymes de mi barrio

(Conita)

Cuando la vida se tornaba normal, todos seguíamos nuestras rutinas diarias. Pero, por esas pruebas del destino, llego la famosa Pandemia Covid-19. Un virus que vino a llevarse a varios seres queridos. Algunos lograron darle la pelea, otros no. Sin embargo, pese a tanto encierro, sumándole el temor a salir de casa y contagiarse, aparecieron varias pymes en la vecindad. Entre ellas, las ricas colaciones de la “Noe”, las exquisitas tortas de la vecina de Central, los pancitos amasados de varias vecinas, los postres, los pasteles, los pollitos asados y las colaciones que ayudan a darle vida a quienes trabajamos por teletrabajo.

Pero es más que pymes, son vecinos que para seguir adelante han cambiado sus rumbos, dándole la posibilidad a la gente a obtener productos caseros al alcance del bolsillo. Lo lindo, es cuando todos los clientes por los grupos de WhatsApp felicitan y recomienda las pymes. El apoyo entre todos ha sido primordial para seguir dándole la batalla a la crisis económica.

Hace meses que no veo un caballero que pasaba todas las tardes, tipo 17hrs tocando la bocina para avisar que vienen los algodones de azúcar y las cabritas. Un caballero, que en los veranos se llevaba su pyme a la zona costera para obtener mas ventas. Hace tiempo que no lo veo. Espero se encuentre bien.

No puedo dejar de mencionar la pyme de la vecina mama de “Rucio” que puso a disposición sus manos para preparar ricos pancitos, ricos queques, tortas y pasteles para costear las curaciones del Rucio, un perro callejero que se gano el cariño de los vecinos y en especial de la vecina que lo adopto.

La solidaridad, la ayuda y el apoyo entre vecinos, le dan fortaleza a las pymes y confianza para seguir la lucha por un mundo que día a día se vive bajo incertidumbre.


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