¿QUIÉN SE HACE CARGO? LOS CÓMPLICES SILENTES
ESTE AÑO SERÁ DE VOTACIONES Y DE EVALUACIONES
Cada mañana, cuando salgo por la
calle Armando Quezada Acharán con Av. Fermín Vivaceta, para ir a la
Universidad, me topo con él. Imponente, alto, amenazador, híper denso, me da la impresión de estar frente a Goliat, el gigante bíblico, pero no somos David. Por las tardes, se
empiezan a ver de a poco las luces que nos recuerdan su existencia. La misma
que se manifestó repentinamente cuando empezamos a salir de las múltiples
cuarentenas de la pandemia, no hace mucho tiempo atrás.
26 pisos y 695 departamentos
que albergará a más de dos mil personas en una superficie de poco más de tres
mil setecientos metros cuadrados, con solo 168 estacionamientos. Es el edificio
Vértice, de Av. Fermín Vivaceta 1702. ¡Que aparente eficiencia y a qué costo!
La ganancia de unos pocos será a costa de la pérdida de muchos. A menos que
alguien crea que esta megaestructura no nos afectará, sabiendo que la carga
estructural es enorme.
Varias veces me he preguntado
¿Por qué tuvo que ser de 26 pisos? ¡Casi el doble de lo que establece el Plan
Regulador Comunal (PRC), de solo 12 pisos! ¿Cómo consiguió la inmobiliaria ese permiso?
Patricio Herman y yo estudiamos el caso durante un año, recopilando la
información requerida, la cual nos entregaban poco a poco y muy lentamente.
Llegamos a la conclusión de que el permiso está mal otorgado.
¿Por qué no nos querellamos?
Por varias razones. La Contraloría General de la República (CGR), ante nuestra
consulta, solo nos respondió en la forma y no se pronunció sobre el fondo del
asunto. Es decir, se lavó las manos. Frente a eso, la situación judicial era
difícil y de un altísimo costo.
Enfrentados al peor escenario,
el hecho estaba consumado, al menos un plan de mitigación para disminuir el
irreparable daño. Hicimos una encuesta que nos llevó varios meses, hasta
conseguir los resultados. Robustos, sólidos, representativos. Fue un gran trabajo.
Se lo llevamos al jefe comunal, le entregamos el instrumento, abrazos, fotos,
risas. Creímos por un momento que lo conseguiríamos. No fue así.
Enviamos cartas al Alcalde y
al Consejo Municipal, pero no recibimos respuesta alguna, seuo. Solo recientemente,
obtuvimos dos respuestas. La primera, algo lacónica, de Agustín Iglesias y la
otra, más sustantiva, de Claudia Castañeda, a quienes agradecemos.
El resultado final, es que no
se obtuvo nada de lo requerido por la comunidad afectada. Solo se hicieron
algunos arreglos menores, cosméticos, que no alivian en lo absoluto el mal ya
causado y el que vendrá. Serán más de dos mil almas las que se disputarán el
equipamiento básico, bienes y servicios públicos diseñados para una cantidad
mucho menor de personas.
El edificio vértice de Av.
Fermín Vivaceta 1702 nada tiene que ver con la respuesta al sueño de la casa
propia. Instalarlo en un barrio como el nuestro nada tiene que ver con
desarrollo y el bienestar. Nuestra comuna muestra un evidente retroceso y deterioro,
pasando de ser una comuna con ICVU (Índice de calidad vida urbano) medio-alto el
2017 a medio-bajo el 2023. Hemos dicho una y otra vez que esto, incluso, va más
allá del cumplimiento de una norma. Es el respeto a derechos humanos básicos.
Vivir en un medio ambiente que promueva y resguarde la salud física y mental de nuestros
vecinos y vecinas. Lo que vemos hoy, claramente no es dicho medioambiente.
En las semanas venideras
vendrán a pedirnos el voto, es año de elecciones. Tendremos que preguntar qué
han hecho por nosotros como comunidad. Qué están dispuestos a hacer, de verdad, para
preservar parte de lo que queda de este ecosistema preexistente, que elegimos
como hogar para vivir con calidad de vida, la misma que estamos perdiendo inexorablemente, por la desidia de algunos y el silencio complice de otros.
ANEXO
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Cada vez que leo respecto de las groseras anomalías en el procedimiento de la construcción y otorgamiento del permiso de edificación del mega negocio ubicado en Fermín Vivaceta, no puedo pensar en otra cosa que no sea un negocio para ambas partes. Tanto la inmobiliaria como el DOM y las autoridades municipales debieron haber llegado a un jugoso acuerdo económico. Una vez más el dinero prima ante la ética y el bienestar de la comunidad. Lo más probable es que las autoridades hayan visto crecer considerablemente sus cuentas bancarias a cambio de hacer la vista gorda. Dinero fácil para funcionarios corruptos e inescrupulosos.
ResponderEliminarSergio Zapata
Gracias por tu comentario,estimado Sergio. Compartido por muchos e ignorado por otros.
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